jueves, 1 de junio de 2017

La Serie: Capítulo 1.2 - Pasado

Después de una semana de finales y el aniversario del blog, al fin puedo subir el capítulo dos. Espero que lo disfruten.Si consigo talento o un buen dibujante pronto, estaré subiendo cada capítulo con una ilustración representativa. Mientras tanto tendrá que ser solo texto y mucha imaginación. El próximo sábado estaré subiendo un artículo previo al día del juicio en el Estado de México, para que estén al pendiente. Acabados los anuncios parroquiales, les dejo el capítulo 1.2

En el capítulo anterior conocimos a Joaquín Jiménez, un detective forense que trabaja como asesor para la agencia de seguridad e inteligencia del gobierno. Su misión es atrapar a Raúl Juárez Huerta, principal capo de la droga en el centro del país. Acompañamos a nuestro protagonista a un caso en una de las colonias con mayor delincuencia de la ciudad, ahí mientras registraba la escena del crimen cuando encontró una pistola que llamó su atención. Aquí comienza: 

Capítulo 1.2 - Pasado


Examinándola un poco, noto que el cañón es más ancho de lo que debería. Envuelvo la evidencia según el protocolo, al notar que está casi como si nada de estos sucesos hubiese ocurrido, doy las últimas indicaciones a los peritos y me dirijo a mi automóvil con rumbo a mi departamento, mi jornada término, es hora de reponer energías. 
La situación en el país es complicada, hay crisis económica, los pelmazos que nos gobiernan siguen robando y las personas cada vez más pierden la capacidad de asombro en cuanto a los crímenes se refiere. 
Desde decapitados hasta descuartizados, los sicarios de los criminales van adoptando un estilo cada vez más sanguinario. 
Veinte minutos después llego a mi hogar abro la puerta, me dirijo a la alacena por un vaso. Luego de un largo día no hay nada mejor que un buen trago de Whisky antes de dormir. 

Una jornada de sueño sin muchas complicaciones, en trabajos como el mio se requieren nervios fuertes para poder ser relativamente exitoso. Después de una ducha y un desayuno reparador, me dirijo al lugar que personalmente más odio en este planeta. 

Aproximadamente a las 3 de la tarde estoy a las afueras del hospital psiquiátrico San Jacinto. Entro y me dirijo a la recepción.

-Bienvenido señor, ¿Que se le ofrece? -Me dice amablemente una señorita, aproximadamente 23 años, seguramente la practicante menos talentosa de los que trabajan aquí-

-Vengo a ver a la paciente María Sánchez. Soy su hijo.

-Solo necesito su registro en el libro y una identificación.

Saco la cédula del departamento y mientras ella hace lo correspondiente en la PC de su escritorio, yo meto mis datos rápidamente y justo antes de terminar se escucha el timbre para acceder a las instalaciones.

-La paciente se encuentra en el jardín, por favor no realice acciones que la puedan alterar. Solo tiene 30 minutos, la hora de visitas ya va a terminar.

-De acuerdo, muchas gracias. 

Camino por el pasillo y bajo las escaleras,  por todo el lugar hay gente de diversas edades, ancianos jugando ajedrez, una bola de catatónicos sentados en círculo probablemente recibiendo terapia, un tipo más alto que yo, simplemente parado viendo hacia una esquina.

A lo lejos, debajo de la sombra de un árbol estaba mi madre, sentada en una silla viendo hacia la eternidad, a su lado estaba el enfermero que la atendía, un muchacho enclenque y amanerado. 

-¿Cómo ha estado la señora? -Le pregunto -
-Bien, ayer en la noche tuvo otro ataque de histeria. Lo pudimos manejar, en estos momentos se encuentra sedada. 
-De acuerdo. ¿Puede dejarnos a solas un momento?

Apenas acabo la pregunta el tipo se aleja.me pongo en cuclillas para poder ver de frente a la persona que me dio la vida. 

-Espero entiendas porque creo que esto fue lo mejor. Tú me obligaste a hacerlo. Nunca me cansaré de disculparme, pero después de lo que paso fue lo mejor que pude conseguir.

Beso su frente, me levantó y doy media vuelta, mando llamar al amanerado enclenque.

-Cuídala bien, vendré la próxima semana a verla.
-No se preocupe señor. -Dice con voz firme - en este lugar está en las mejores manos.

Termino mi breve visita. Recojo mi identificación y me dirijo a mi laboratorio para examinar las pruebas recogidas en la madrugada.

Después de una hora de tránsito llego a la estación cuando me detienen en la recepción.

-Jiménez, el Capitán Estrada dejo dicho que en cuanto llegaras subieras a su despacho, para tratar lo del caso de la madrugada. 
-Gracias por el recado guapa –Sonrisa leve, guiño de ojo y entro con dirección a las escaleras-

En este lugar siempre es bueno hacer buenas migas con la gente influyente. Abro la puerta de las escaleras y simplemente no dejo de pensar que subir seis pisos de escaleras en subida es algo que no se le desea ni a tu peor enemigo, a mis 40 y con el vicio del tabaco esa acción debería considerarse tortura, el estúpido ascensor lleva más de 2 meses sin funcionar, el Señor Secretario de Seguridad Prometió presupuesto para las reparaciones que la estación requiere, ocho semanas después no hay señal alguna del dinero.

Llego a la puerta de Estrada, antes de tocar la puerta pongo mi mejor cara y armo mi estrategia por si el bastardo decide retener mi cheque unos días más como en meses pasados.
Estrada abre la puerta, ambos nos miramos fijamente, paso y tomo asiento.

-Se ve un tanto perturbado Capitán, ¿Todo Bien? 
-En teoría sí, gracias. Jiménez, Hay algo que tenemos que hablar. –Actúa titubeante, parece que algo lo alteró-
-Usted dirá. –respondo-
-Nos llegaron videos de la cámara de vigilancia.
-¿Esos armatostes funcionan?
-Tuvimos algo de suerte ¿Recuerdas estos casos?

El capitán saca un par de fotos de los asesinatos con los que pudimos atrapar al Rey De Jade. En la primera dos hombres el primero de 25 años, la cabeza encima de su abdomen  abierto. Le falta la mandíbula. 
El segundo aproximadamente 22 años, el cuerpo apareció descuartizado, le falta el pie y un brazo. Los globos oculares reventados y presentaba quemaduras de ácido en la piel. 

La segunda foto es un primer plano de una mujer de 19 años, en un estado de completa desnudes,  marcas de quemaduras, le amputaron un seno,  el pecho sangrante y la cara molida a golpes. Una postal francamente perturbadora.

-Si capitán, los recuerdo bien. Distribuidores y la prostituta preferida del Rey de Jade originaria de Jalisco. ¿Porque son relevantes para este caso? 

-Hace unas horas pudimos conseguir las grabaciones de la cámara de vigilancia, tanto del poste de alumbrado como de la tienda donde las víctimas decidieron reposar mientras consumían sus cervezas. Mira la grabación y dime tus conclusiones.

El capitán me muestra en su monitor una grabación vista desde la espalda de las presuntas víctimas, una de ellas se levanta y comienza a gritarle a alguien que se encuentra fuera de la perspectiva de la cámara.  La víctima saca la pistola y comienza a disparar. De repente se detiene y baja el arma, queda estático en dirección a donde gritaba. Suelta la pistola y cae al suelo, presumiblemente muerto. 
Su compañero intenta reaccionar rápido para atrapar el arma justo cuando la alcanza, cae fulminado como si se le hubiese propinado una patada en la cabeza. La grabación se interrumpe, levantó la cara y veo al capitán a los ojos.

-¿Me trajo aquí por una falla eléctrica, capitán? 
-Si fue una falla eléctrica ¿Cómo explicas los asesinatos? 
-¿Hackeo a la red de cámaras?  Recuerde que hay gente corrupta en muchos lugares capitán. 
-Hay algo muy extraño Jiménez. Este tipo de crímenes pareciera que no son cometidos por humanos. El otro día mientras asesoraba un interrogatorio a una mula que atrapamos queriendo ingresar a la capital con una carga de 10 toneladas de estupefacientes variados, el argumenta que jamás atraparemos a Huerta mientras su demonio lo proteja. ¿A qué cree usted que se refería con “su demonio”?  
-Con todo respeto capitán, no creo que el testimonio de una mula tenga el suficiente peso para asegurar que no atraparé a Huerta. Pudo hablar en sentido figurado ¿Usted no es de esos católicos persignados que no pueden oír una maldición sin taparse los oídos, verdad?
-Oiga Jiménez, más respeto, después de todo ¿Usted siempre ha estado metido en las cuestiones meta físicas no?, claro hasta que paso lo de su padre. 
-Por favor capitán, sabe que las cosas pasan.  Soy totalmente diferente a aquél joven mojigato que ayudaba a sus padres a estafar a inocentes. 
-Todo es cuestión de perspectiva Joaquín. En fin, solo quería mostrarte esta grabación.  En los casos anteriores no pudimos obtener las grabaciones debido a la tardada burocracia y el mal funcionamiento de las cámaras. Esta vez trabajamos mucho más rápido. 
-Iré a trabajar jefe, cualquier novedad lo mantendré informado. 

Salgo de la oficina de Estrada bastante enfadado. Mi pasado es algo que no me gusta recordar. Crecí rodeado de charlatanería metafísica: Fantasmas, duendes, maldiciones y hechizos para combatir las malas vibras. Mis padres eran originarios de Veracruz, donde ese tipo de cosas se ven en cada pequeño pueblo. 
Se dedicaban a robarle el dinero a la gente durante sesiones de espiritismo montadas y falsos remedios para los malos momentos. Total, de ahí mi decisión de estudiar ciencias forenses y posteriormente unirme a la policía.



Luego de mi cavilación de 6 pisos en bajada de duración, llego a mi laboratorio. Me pongo los guantes y comienzo el análisis de las pruebas.

-La próxima semana Capítulo 1.3-